La constructora de capitales brasileños que tiene a su cargo el gasoducto del sur, la mayor obra de infraestructura del Perú por estos días, informó que se encuentra a la espera de un visto bueno del Gobierno para acceder a los US$4.125 millones que necesita para continuar su ejecución.
En una entrevista con la agencia Reuters, el gerente general del Gasoducto Sur Peruano (consorcio controlado por Odebrecht), Rodney de Carvalho, indicó que su expectativa es que “a fines de octubre se esté firmando esta adenda (con el Gobierno), con lo cual los bancos van a su comité de crédito y posiblemente a finales de noviembre se estaría suscribiendo los contratos de préstamos y para diciembre tener los primeros desembolsos”.
El ejecutivo detalló que la construcción del ducto registra un avance de 25% y que los US$4.125 millones para concretar el resto de la obra serán financiados por 14 bancos internacionales.
“Estamos con un 24,5% de avance del proyecto. La idea es poner a operación comercial el primer tramo del gasoducto que llega al Cusco en abril del 2017. Y cuando culmine la obra hasta el puerto de Ilo, a fines de ese año, la operación comercial iniciará en abril del 2018″, precisó Carvalho.
Odebrecht, considerada como la mayor firma de infraestructura de América Latina, enfrenta actualmente investigaciones en Brasil, las cuales han llevado a prisión al presidente de la compañía, Marcelo Odebrecht, quien ha sido acusado de participar en una trama de sobornos.
En el Perú, recientemente la Segunda Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios abrió investigación por las presuntas irregularidades que se habrían cometido en la licitación del gasoducto, adjudicada en junio del año pasado a las empresas Odebrecht y Enagás.
Actualmente, Odebrechet tiene un 55% del gasoducto tras venderle hace unos días un 20% de su participación a la constructora peruana Graña y Montero. En tanto, la española Enagás mantiene un 25% del accionariado.
La puesta en marcha de este ducto, el cual recorrerá 1,134 kilómetros, permitirá que el Perú pueda desarrollar el tan esperado polo petroquímico en la zona sur, además dotará de gas natural a cerca de 600 mil viviendas.